Con el voto positivo de todos los diputados, la Cámara de Representantes sancionó esta noche el Presupuesto General de la Administración Pública para 2017. La unanimidad tiene una significación histórica e institucional para los misioneros, pero también impacta en el escenario político nacional ya que sirve de espejo al Congreso donde se está debatiendo el Presupuesto de la Nación. Constituye un antecedente de respeto a la soberanía popular.
Posadas (Jueves, 20 de octubre) La Cámara de Representantes sancionó esta noche el Presupuesto General de la Administración Pública para 2017 después de haber introducido reajustes de partidas, muchos sugeridos por las oposiciones, al proyecto elaborado por Ejecutivo.
La unanimidad alcanzada tiene una múltiple significación política. Tiene un valor histórico para los misioneros ya que es la primera vez en el siglo que todos los diputados votan positivamente por el proyecto oficial y dejaron atrás las especulaciones habituales y los intentos destituyentes en los primeros años de la Renovación en el gobierno. En esa línea, la decisión unánime de las oposiciones de acompañar el diseño renovador adquiere también valor institucional. Como lo subrayó el miembro informante, Marcelo Rodríguez, la mayoría en Cámara, lejos de aplicar el rigor del número para votar, construyó espacios de debate para fundamentar las decisiones, pero al mismo tiempo ejercer la escucha y abrir el proyecto del Ejecutivo a modificaciones propuestas por las bancadas opositoras. Entre las mencionadas en el recinto, se computaron la decisión de la Presidencia de limitar las atribuciones del Ejecutivo para reestructurar la distribución de partidas, como se viene informando en este sitio y la de dotar de mayores recursos a los organismos de control del Estado como el Tribunal de Cuentas.
El diputado Rodríguez valoró en este sentido el diálogo y los consensos. Gustavo González en la misma sintonía consideró que las modificaciones introducidas al proyecto fueron permanentes demandas de la UCR. Un poco desmedidamente atribuyó los cambios a su partido. De esa manera justificó las presiones del PRO al interior de Cambiemos para votar el Presupuesto positivamente. De todos modos, el mismo ucerreísta destacó que “no es un hecho menor que el presupuesto sea votado unánimemente”. Su par Walter Molina llevó al extremo la ficción del protagonismo de la UCR al afirmar que ahora estaban dispuestos a votar porque “se corrigieron los errores” que su partido venía marcando. Los cruzó el peronista Ramón Velázquez con una breve y contundente observación política, al desnudar los discursos que después no son respaldados en las elecciones. También Víctor Kreimer los bajó a la humilde realidad al revelar que el tema de los “superpoderes” los venían conversando con el presidente de la Comisión. Uno escucha a los diputados de la UCR y parece que son los protagonistas exclusivos, dijo, para recordar que la prédica de Trabajo y Progreso también cuestionaba las atribuciones conferidas al Ejecutivo. Después de detenerse en formulaciones críticas a la Dirección de Arquitectura, EMSA, el IPLYC, en forma específica, rescató el espíritu de los cambios introducidos y la consigna del Gobernador: “de esto salemos juntos”. El justicialista Darío Pietrowski reconoció asimismo la apertura de la Cámara a los proyectos de las oposiciones. Cruzando también a la UCR enfatizó en que no cree en los discursos demagógicos sino en la oposición con aportes. Bárbaro finalmente desnudó la verba ucerreísta deslizando que votan a favor por decisión de Cambiemos: «acompañen en el orden provincial porque queremos que acompañen en el orden nacional», dijo
Las mayorías y la escucha
El respaldo de todos los partidos y alianzas al proyecto del Ejecutivo impacta también, forzosamente, en el escenario político nacional ya que en el Congreso se está debatiendo el Presupuesto de la Nación. Hoy Misiones sienta un precedente político – institucional. Ante la tensión de derechos y legitimidades con que cargan todas las democracias representativas y deliberativas, en Misiones se optó por privilegiar el respeto a la soberanía popular que se expresa en las urnas. El que sumó más votos tiene la delegación de la gente para elegir el camino y más si se tiene en cuenta la forma contundente con la que fue consagrado aquí Hugo Passalacqua y el Frente Renovador de la Concordia en las elecciones del 2015. Este derecho, fue destacado por el diputado alfonsinista Hugo Escalda al recordar que, por principio democrático, siempre votaron el Presupuesto. Es el mismo derecho le asiste al gobierno de Mauricio Macri para marcar el rumbo de las políticas económicas y sociales. Pero la misma forma en que aquí se puso la oreja a las demandas de las oposiciones debería disponerse en el Congreso para atender las demandas de las provincias que, se centran fundamentalmente en el financiamiento de las obras públicas y el cumplimiento de pactos como los referidos a Educación y la Salud que datan de 1992 cuando la Nación inició la transferencia de la responsabilidad de esos servicios claves a las provincias.
No se discute el rumbo
Otro dato político que se desprende del voto positivo de todos los diputados de las oposiciones al proyecto de Presupuesto devela que el rumbo de las políticas Renovadoras y las rupturas que se produjeron con el pasado en 2003 ya no se discuten. Al menos es lo que se puede interpretar de las observaciones de las oposiciones en el debate parlamentario por el presupuesto 2017.
Esto no quiere decir que no haya habido algunas diferencias que apuntan a señalar los límites y retrasos del gobierno en aplicar las políticas redistributivas de la clara reforma social que expresa el mismo proyecto renovador. Las hubo. Por ejemplo: se señalaron las deudas con la movilidad previsional y del blanqueo de salarios, la demanda de mayor conectividad en la red de la Salud Pública o de mayor eficiencia en la presencia del Estado en el ámbito rural. Pero la naturaleza de las inquietudes de los diputados de las oposiciones llevan implícitas, al mismo tiempo que se formulan, el reconocimiento del protagonismo de la Renovación en instalar tales cuestiones redistributivas como núcleo del debate y acción política.
El modelo sin alternativas
No hay diputados que defiendan un drástico cambio de rumbo en el debate por el Presupuesto que, en definitiva resume el plan de gobierno y sus líneas básicas de acción. Al contrario, sus inquietudes apuran las reformas planificadas por la Renovación. Dicen: “falta todavía” o dicen “hay desvíos”, “hay errores”, pero no dicen “hay que volver para atrás”. Claudio Wipplinger lo puso en palabras: “nosotros siempre peleamos por más, en ver cómo mejoramos, no poniendo palos en la rueda”.
Desde esta perspectiva, el debate de fondo en la política misionera está lejos de cuestionar el modelo de acumulación y reproducción para proponer alternativas. En el parlamento misionero, nadie, ni los diputados del PRO discuten la necesidad de un Estado presente que intervenga para desequilibrar los desajustes del mercado. Ya nadie se opone al modelo de agricultura familiar y su desarrollo con agricultores. Ya nadie cuestiona las inversiones en infraestructura con el múltiple propósito de incrementar la competitividad empresarial, conectar pueblos aislados y llegar con servicios a todos los puntos del territorio. Como nadie discute la prioridad del gasto en Educación ni ya el funcionamiento del Parque de la Salud. No hay como en Buenos Aires lobistas en favor de la enseñanza como negocio.
El diputado Escalada, llevó al recinto la grabación de la participación del sacerdote Rodrigo Zarazaga en IDEA cuando hizo un diagnóstico de la pobreza en la Argentina. Fue cuando dijo que no alcanza con la distribución del ingreso para el consumo, lo que es lo urgente e imprescindible, pero que no es suficiente para paliar la pobreza que tiene el desafío de reformas estructurales. Precisamente, Escalada rescató los presupuestos de la renovación porque viene invirtiendo en áreas de servicios a la sociedad.
En el mismo sentido se pronunció Myriam Duarte. La diputada del partido Agrario y Social puso en valor la metodología de discusión en la Comisión que analizó el presupuesto y subrayó que fue profundamente democrático. “Es también un Presupuesto nuestro”, puntualizó. Su compañero de bancada, Héctor Bárbaro recordó también que su partido votó favorablemente el Presupuesto, pero observó como un déficit institucional el hecho de que el presupuesto del Ministerio del Agro tiene una dependencia total de las partidas del Fondo Especial del Tabaco. Claudio Wipplinger valoró a su turno las reflexiones del jesuita Zarazaga sobre el desafío para superar la pobreza más allá de las trasferencias de ingresos.
De todos modos, aunque las diferencias más marcadas se registran en el diseño de la política fiscal, Wipplinger y González, por ejemplo, lejos está el debate parlamentario misionero de enfrentar dos modelos de provincia.
Los números y el plan
El diputado Rodríguez, como miembro informante, abundó en números, pero antes de referirse a la distribución de partidas por finalidades, subrayó como eje del funcionamiento del Estado, la necesidad de tener Recursos y defendió así la política fiscal. Destacó que la Renovación optó por recaudar a través de los tributos y no tomar deuda. Desde Misiones Plural vinimos informando abundantemente sobre esos números del presupuesto. Como se detalló el martes pasado cuando se firmó el dictamen en Comisión, el total de las estimaciones del Presupuesto Provincial para 2017 fue elevado por los diputados en 676 millones con respecto al elaborado por el Ejecutivo y lo llevaron a 41.968.317 pesos.
Los recursos corrientes previstos alcanzan a 31,3 mil millones de pesos, más del 75%, de ese total. A los que se les suman 372 millones de recursos de capital, constituidos por reembolsos de préstamos o venta de activos fijos. Este dato es fundamental para analizar la capacidad de autonomía que tiene la provincia para sostener las funciones del Estado. Los recursos corrientes son los que se financian con lo propio, con los fondos que pertenecen a los misioneros. Son dos grandes canales de ingresos: el primero son los fondos que ingresan por la coparticipación federal de impuestos que, aunque los recaude la Nación, son de Misiones y llegan en forma automática, van goteando día a día al Tesoro Provincial. Señaló Rodríguez que los recursos de jurisdicción nacional se estiman en 23,3 mil millones de pesos, de los cuales 16,6 son netos de la copa. Los recursos de jurisdicción provincial se estimaron en 7,1 mil millones de los cuales 6,3 mil millones es lo que se calcula puede recaudar la DGR.
Los recursos dudosos
El total de los recursos estimados en el diseño del Presupuesto se completan con 10,6 mil millones de pesos que figuran en la Ley como “necesidades de financiamiento”. Estos ingresos se desagregan en 9.7 mil millones de pesos que son aportes no reintegrables de la Nación. Aquí se computan 6,5 mil millones destinados a obras públicas y 3,2 mil millones no afectados a obras entre los que figuran mil millones por el FET, 891 millones al incentivo docente y otros de Educación y 480 millones para el Sistema Integrado de Trasporte.
El uso del crédito se estima en 958 millones de pesos y responde casi en su mayoría a obras públicas financiadas por el BID, el Banco Mundial y el Exima Bank y 560 millones destinados al Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
Estos aportes no reintegrables son los que no tienen automaticidad en el ingreso a la provincia. Más allá de que puedan registrarse en el Presupuesto nacional, siempre quedan a sujetos a la discrecionalidad del Presidente. Son los fondos que eternamente deben gestionar los gobernadores en la Casa Rosada. Son conocidos los reclamos que vienen haciendo las autoridades provinciales y los legisladores en el Congreso para defender los recursos de Misiones. Este año los aportes no reintegrables fueron 40% menos de lo presupuestado. Pero no sólo es una cuestión de Macri ya que en 2012, se registró una caída similar en los ingresos estimados. En el diseño del presupuesto constituyen alrededor del 25% de los 41,9 mil millones de pesos estimados como total para recursos y gastos del Estado.
Es en este contexto en el que la diputada Silvia Rojas hizo referencia a la necesidad de reformular la ley de coparticipación federal como lo manda la Constitución de 1994. Héctor Bárbaro aportó también referencias críticas al manejo de los recursos nacionales. Asismismo, el ucerreísta González aludió a la baja coparticipación de Misiones y bregó por la unidad de todo el arco político para pelear en la arena nacional para mejorar el índice. Molina, con la fe propia de los conversos aseguró que el gobierno de Macri, al que calificó de federalista”, garantiza las inversiones en Misiones. González, que en su discurso dilemático, siempre introduce los conceptos de “errores”, “está mal”, se equivocó feo cuando confundió, en la columna de los ingresos, la coparticipación como recursos nacionales, cuando son provinciales aunque los recaude la Nación. Evidentemente desconoce la historia institucional argentina en la que las provincias son anteriores a la nación. La AFIP recauda como consecuencia de pactos y acuerdos, pero los recursos son de las provincias.
La inversión social
Una vez calculado los recursos, la forma en que el Estado provincial distribuirá los fondos, lo que marcó el Gobernador en su mensaje y fue subrayado por el diputado Rodríguez, fue la prioridad que se mantiene en la inversión social. A contramano de lo que suceden en el orden nacional, llega a un récord absoluto, con 57,15 por ciento del total del Presupuesto, superior al 55% del planificado para el ejercicio en curso. Las finalidades sumadas llegan a 23.7 mil millones de pesos. Desagregadas en forma porcentual, del total del presupuesto Educación llega al 26,5%; Salud, al 15,8% y Desarrollo Social el 15.2% respectivamente, siguiendo la línea de los presupuestos de los últimos años. Pietrowski subrayó la decisión política del Gobernador al disponer la mayor parte de los recursos «en estar al lado de la gente».