La situación impulsada desde el gobierno de nacional al respecto de la implementación de cultivos transgénicos en nuestra región, sigue sumando voces en contra. Oscar Mathot un referente en temas vinculados a la agricultura familiar y las Ferias Francas en Misiones, hoy en la mesa de conducción del Frente Patria Misiones, hizo púbico un escrito donde platea la realidad que subyace la cuestión de los cultivos para nuestro territorio. A continuación el artículo.
Por Oscar Mathot
Cultivo transgénico en la región: «Es un crimen especular con proyectos que prometen Alimento y Desarrollo».
Desde el Frente Patria Misiones tomamos posicionamiento respecto del tema e invitamos a la sociedad Misionera a resistir una vez más el avasallamiento del Gobierno nacional de la alianza Pro-Cambiemos.
1. Comienza por el ocultamiento:
Algunos ciudadanos misioneros y funcionarios del Ministerio de Agroindustria de la Nación, se reunieron con empresarios, cooperativistas y funcionarios de Brasil y Paraguay para interesarlos sobre el tema, evitando a las autoridades Provinciales y a su población. El argumento es que constituyen “amenazas al proyecto” y que sus “autoridades ambientales podrían poner trabas al desarrollo de áreas cultivables si consideran a la capuera como bosque nativo en recuperación” y que “en la Provincia de Misiones hay una corriente política contraria a la utilización de glifosato”.
2. Nos prometen autoabastecimiento de alimentos balanceados en la región y abastecer al sur de Brasil:
Cuestión engañosa, pues solo sería de maíz, la principal fuente de energía utilizada en la alimentación porcina, pero no del balanceado, que se industrializará en Brasil. No es producción de alimento para la gente, es para animales. Una producción que en sus principios estaba destinada a la alimentación humana y animal la llevan a competir con la seguridad alimentaria orientándola sólo como un insumo para el alimento balanceado de porcinos.
3. Para abastecer al Brasil necesitamos poder asegurar maíz a precios competitivos:
Cuestión difícil de cumplir pues Brasil protege sus productos, y además deberíamos producir más barato que Paraguay, lo que todos pueden entender a qué grado de precarización llevan el desafío.
El tipo de maíz que se propone, al ser un organismo genéticamente modificado, «cultivo de precisión», y necesitar tecnología de ensilado (no cualquier materia prima reúne esos requisitos) pasa a ser un producto financiero: un “commodity” manejado por los Fondos de Inversión que no distinguen lugar ni calidad de los productos sino el interés financiero por fuera de su tangibilidad y utilidad.
4. Cero autonomía:
Importación de semillas, insumos, financiamiento (principalmente “de Brasil”), tecnología, etc.
La acidez de nuestros suelos se corregirá con calcáreos de las canteras de Brasil porque se acortan un 50% las distancias respecto a Córdoba o Buenos Aires.
5. No impulsaremos modelos productivos que destruyan nuestra biodiversidad:
Coincidimos con todas las posiciones de Movimientos sociales, Personalidades y Funcionarios provinciales en la no conveniencia de impulsar modelos productivos que destruyen nuestra biodiversidad, llevan a la desaparición de las semillas nativas y criollas, contaminan y tienden al monocultivo, despoblando el campo y primarizando la economía.
6. El rumbo a transitar debería ser:
Seguir el camino de la producción Agro-Silvo Pastoril, como define el INTA; y Agroecológico como lo plantean infinidad de organizaciones y las leyes provinciales.
Profundizar las mejores experiencias en recuperación de semillas, tecnologías y sistemas organizativos de agregado de valor y comercialización con apoyo del Estado.
Buscar el autoabastecimiento de alimentos para nuestra población con agricultores y tecnología propia.