Los bananos son frutos estériles que no producen semillas fructificantes. Por eso dan un solo Cacho en su vida. Cacho con mayúsculas porque la particularidad de las plantas herbáceas puede servir de metáfora para la política misionera. La metáfora: el banano da un solo Cacho en su vida es utilizada por el dirigente Aníbal Velázquez para bajarle el precio a la emergencia de la UCR en la arena política y a los candidatos del radicalismo patrocinados por el ex gobernador.

Por Aníbal Velázquez *

Viernes 12 de noviembre de 2021. Los bananos son frutos estériles que no producen semillas fructificantes. Por eso dan un solo Cacho en su vida. Cacho con mayúsculas porque la particularidad de las plantas herbáceas puede servir de metáfora para la política misionera.
La metáfora: el banano da un solo Cacho en su vida fue utilizada en una reunión de análisis político por unos de los militantes más coherentes de las causas populares de Misiones, Oscar Mathot.
Unos días después de las PASO la militancia se mostraba abrumada por los resultados que no esperaban. Ante el fantasma del retorno de un macrismo ya explícito, de todo el ruido de emergentes y el clima de desazón y el interrogante sin respuestas ¿cómo puede ser que después del desastre de los cuatro años de Macri lo vuelvan a votar? y después de un largo silencio, fue el momento del “Polaco”. Tomar la palabra para decir sencillamente: “no se preocupen, el banano da un solo Cacho en su vida”. Agregamos que es un fruto que tampoco tiene semillas y está todo dicho: si Arjol tiene el padrinazgo de Cacho Barrios Arrechea, la ilusión que generaron las elecciones de septiembre, son eso, ilusiones, deseos que se desvanecen en el aire. Porque no hay semillas que germinen. Los resultados electorales son aleatorios y algunos tienen la suerte de estar justo en el lugar en el momento preciso. Nada más que eso. El banano, para seguir con la metáfora, no crece en macetas.
Es cierto sin embargo que el ex gobernador, que le maneja la EBY al hijo, se ha convertido en el jefe de campaña de Martín Arjol, a quién cobijó hace ya más de veinte años en la Fundación Nosiglia que es la cara local de la internacional liberal Friedrich Naumann. Su madre Marina, la ex diputada fue presidenta y hoy él es vicepresidente de esa fundación que bancan los alemanes para difundir la doctrina del libre mercado.
Por eso no es casual el respaldo de Arjol al gobernador radical de Corrientes cuando cuestionó la resolución del INYM que limita las plantaciones de yerba mate. Defender la libre plantación como pretenden los correntinos para agregar de un saque 10 mil hectáreas de yerba es sencillamente una traición a la patria chica, a Misiones.
Así y todo hay que reconocer que la prensa del poder hegemónico ha puesto de moda a la UCR en su esfuerzo de sujetarla en el frente conservador con el PRO y otros partidos satélites como la Coalición Cívica y los vergonzantes del socialismo porteño. ¿Alguien cree realmente que Manes o Morales o Lousteau pueden disputarle la candidatura de JxC al porteño Rodríguez Larreta?
La emergencia del radicalismo en el escenario político es entonces una esperanza sin fundamento. Aquí, en nuestra provincia, sin los votos del puertismo y del PRO estaría languideciendo y Arjol, que ya tiene 40 años aunque siga facturando como pendex, volvería a ganar y perder en Posadas como lo vino haciendo en los últimos años.
Es que el radicalismo no ha superado la crisis de representación que arrastró al gobierno de Fernando de la Rúa y puso a la sociedad al límite de la convivencia democrática. El corralito, el megacanje y los sobornos para sancionar leyes, fueron efectos en la superficie de fenómenos mucho más profundos entre los que, además de los estructurales, hay que poner en el centro de la política la crisis de identidad de la UCR que giraba a posiciones totalmente opuestas a la prédica de sus presidentes Illia y Alfonsín.
Pero en Misiones, esos giros que enterraban la consigna de Alem: que se rompa pero que no se doble, no nos sorprende. Vale en este recordar un episodio del que fui testigo en marzo de 1975, un mes antes de las elecciones en la provincia. Las primeras en el país después de la muerte de Perón. El PJ, la UCR y el Partido Auténtico eran las tres fuerzas con mayor envergadura electoral.
Recordemos el resultado: el Frente Justicialista de Liberación consagró a Miguel Ángel Alterach con 73 mil votos, en números redondos. La Unión Cívica Radical que postuló a Barrios Arrechea obtuvo 62 mil votos. Y tercero el Partido Auténtico, que postulaba a Agustín Teófilo Puentes con 15 mil votos.
Era un resultado previsible.
¿Qué se le ocurrió a Cacho Barrios?
Un mes antes, pidió hablar con el apoderado y jefe del Partido Auténtico. Era el flaco Kunkel, nada menos. Habló. Y dando una demostración palpable de su pertenencia a la casta política y de la más profunda ignorancia de lo que estaba en juego en la provincia y en el país, le propuso hacer una alianza antiperonista. Kunkel no lo podía creer. Su respuesta, que recuerdo, pero no voy a divulgar fue entre la sorpresa y la furia.
Hoy es la misma actitud. Un profundo desconocimiento del Otro, de los intereses populares y de la significación de las luchas por la emancipación, puede acordar con cualquiera.
Ya escucho desde los ribetes de la historia: “Nacho gobernador, Cacho conducción” en el intento de vencer los designios de la genética. No importa de cuál vereda sea. No importa en cuál vereda se milita.

*Dirigente sindical y político.

Ilustración: imagen temática tomada de Internet.