“Una de las puertas de entrada de la ESI es interpelarse a sí mismos en tanto docentes, actores de la educación. También el trabajo con las familias y las comunidades, y lo que tiene que ver con la planificación y desarrollo de los contenidos, la actividad áulica, como así también lo que llamamos situaciones que irrumpen en la institución, como un embarazo, una discriminación o una transición de género. Se debe aprovechar esas situaciones para trabajar la Educación Sexual Integral como debe ser, como la entiende la ley”, explicó Jorge Ríos en su columna de Plural TV, por Canal Cuatro Posadas, al referir que les estudiantes reclaman la aplicación total de la Ley. “es una ley; por lo tanto es una cuestión de derechos”, enfatizó.

Martes 16 de noviembre de 2021. El columnista de Plural TV, Jorge Ríos, abordó dos temas de actualidad que se cruzan entre si, dijo, al referirse a la marcha del Orgullo LGBT+ de Buenos Aires –del sábado 6 de noviembre- y al escándalo en torno a las denuncias de abuso y acoso sexual en el colegio secundario Roque González de Santa Cruz, que fue abordado de manera evasiva por las autoridades y que derivó en un escándalo donde intervino la Justicia y el poder político provincial.
Ríos destacó la necesidad de implementar la Educación Sexual integral (ESI) en las escuelas, una ley -a esta instancia- de hace quince años, pero que aún tiene resistencia de las instituciones y de las familias.
A raíz del escándalo del Roque González, Ríos –como docente- advierte “un aparente cambio de actitud sobre lo importante que es implementar la ESI” y una decisión, al menos por ahora declamativa, de algunos funcionarios de avanzar en ese sentido.
Respecto a la marcha del Orgullo, vista como de reclamo pero también como de celebración de logros, contó con unas 800 mil personas marchando donde “se destacó la participación de jóvenes de corta edad, es decir adolescentes”, lo que indica también un cambio de paradigma en la sociedad y las familias argentinas.

La entrevista

-Hoy traés dos temas de actualidad…
-Hoy me gustaría hacer un recorrido por temas que se relacionan entre sí, de actualidad, que tienen que ver con los ejes que siempre abordamos en esta columna. La marcha del Orgullo LGBT+ en la Ciudad de Buenos Aires, que se realizó el sábado 6 de noviembre; fue la trigésima marcha en la ciudad de Buenos Aires y tuvo una convocatoria especial por ser la primera marcha después de que se declaró la pandemia. El año pasado no se realizó de manera presencial sino virtual. Este año fue masiva; se calcula que hubo 800 mil personas marchando, y se destacó la participación de jóvenes de corta edad, es decir adolescentes.

-Y muchos referentes políticos también…
-Así es. De hecho el Ministerio de Mujeres, Diversidad y Género lo declaró de Interés. También hubo figuras políticas de espacios políticos no amigables con el sector que en otras ocasiones sus bloques no votaron leyes a favor del sector, y en sus discursos muchas veces dejan entrever el odio, la discriminación y los prejuicios que tienen hacia la población LGBT. Así que en ese sentido provocaron repudio. Fue una marcha de celebración para muchas personas, y de reivindicación para muchas otras. Celebración por los logros desde que se empezaron las marchas hace treinta años. De hecho, las marchas se hacen en noviembre, mientras que en todo el mundo se hacen en junio. Se hacen en noviembre en conmemoración a la primera asociación LGBT, no solo de Argentina sino de toda Latinoamérica, que se llamó Nuestro Mundo, que fue conformada en 1967, es decir, antes de los disturbios de Stonwall que fueron en 1969, dos años después.

-¿Acá en Argentina, en 1967?
-Así es. Desde que empezó la marcha hubo muchos logros. Por ejemplo la Ley de Matrimonio Igualitario de 2010, la Ley de Igualdad de Género de 2012. El DNI no binario de este año. La Ley de Cupo de Inclusión Laboral Travesti y Trans, y por lo que se está luchando ahora es la Ley Integral Trans. Es decir que no solamente se cubra la inclusión laboral sino de seguridad social y de vivienda. Otra de las consignas fue la aparición con vida de Tehuel de la Torre, un varón trans que sigue desaparecido desde el 11 de marzo de este año. Otra reivindicación fue la aplicación efectiva de la Educación Sexual Integral (ESI) que también este año cumplió quince años. Como siempre decimos desde este espacio, quince años de ESI y todavía hay muchísima resistencia. Y vemos las consecuencias como en nuestra ciudad, ya no como casos aislados sino manifestaciones de, como quien dice, tirar bajo la alfombra las situaciones y no querer asumir los conflictos y problemáticas que se presentan, que a su vez son reflejos de situaciones sociales sistemáticas. A eso también apunta la ESI. Hay una encuesta que hizo la Fundación Huésped a los quince años de ESI para ver cómo va implementándose esta ley. Se hizo en todo el país y a 2459 docentes de todos los niveles, y 1359 estudiantes y graduados secundarios. El dato más significativo es que el 80 por ciento de las y los estudiantes considera que la ESI no se aplica de forma adecuada en su escuela. Casualmente en el Parque del Conocimiento se realizó (el martes pasado) un encuentro de estudiantes secundarios organizado por el Ministerio de Educación de Misiones donde presencié algunos talleres. Y se notaba esto también, que los y las adolescentes expresaron que quieren Educación Sexual Integral y que no se está dando en las escuelas, al menos no como les gustaría. No lo consideran suficiente ni satisfactorio, incluso una de las propuestas que se escuchaba permanentemente era incorporar la ESI como espacio curricular. Algunas instituciones lo hacen de hecho porque la ley propone que sea transversal. La Subsecretaria de Educación Cielo Linares, dijo incluso que cuando se trata de una cosa de todos termina siendo una cosa de nadie, y coincido en ese sentido, porque muchas veces se deslindan responsabilidades, porque se dice que la tienen que dar todos y todas las docentes, “pero mi materia no se presta tanto porque yo doy matemáticas”. Sin embargo, la ESI propone ser transversal. Hay materiales y se vienen haciendo capacitaciones. Es decir que hay recursos, se pueden utilizar, y muchas veces no se lo hace por una resistencia ideológica o por cuestiones de creencias.

-¿Resistencias ideológicas del docente, de la institución, del Estado?
-En mi opinión, de docentes y directivos. Los directivos y directivas de los colegios son claves en este sentido porque de alguna manera marcan la impronta que tiene la institución. Sin embargo, estamos hablando de una ley, de derechos. Así es que los y las estudiantes tienen derechos a recibir Educación Sexual Integral y no es un capricho de nuestro país, no es una ley que no tiene sentido y se nos ocurrió en Argentina, sino que se nutre de otras experiencias internacionales, convenciones universales. Es decir, hay una fundamentación jurídica y científica, porque la ESI propone promover saberes y habilidades basados en evidencia científica. Por otro lado, tenemos personas, grupos sociales, que no solamente se resisten pasivamente, sino que activamente militan en contra de la ESI, y muchas veces lo hacen confundiendo, como diríamos en lenguaje vulgar: ‘embarrando la cancha’ porque incluyen mentiras, fake news, que se terminan instalando y hacen que se genere aún más resistencia de la que ya hay en ese sentido. Una de las reivindicaciones más fuertes de la marcha fue la implementación efectiva de la Educación Sexual Integral, la separación de la iglesia del Estado, que muchas veces vemos que en las instituciones confesionales es donde más resistencia hay a implementar la ESI.

-¿Más resistencia, o resistencia casi total?
-Casi total diría yo. El artículo 5 de la ESI dice que cada institución la puede adaptar a su ideario institucional.

-Eso habilita a estas escuelas.
-Y se vulneran derechos. Por ejemplo se da la “educación para el amor”, u otras pseudoversiones de Educación Sexual Integral que no lo son realmente, porque la Educación Sexual Integral está bien caracterizada y definida en los lineamientos curriculares y en los contenidos, sin embargo muchas veces en los papeles aparece que los contenidos están, pero lo que ocurre en las aulas es que no se dan. Y los propios estudiantes dan cuenta de esto; la encuesta que hizo la Fundación Huésped también. Son estudiantes de 78 escuelas de la provincia. Donde con mucha contundencia expresaban que no se está dando. Todo lo que se haga en este sentido, que tiene que ver con los abusos, la desigualdad de género, siempre tienen sabor a poco, por la deuda histórica que se tiene. La deuda es tan grande que parece que todo el esfuerzo que se está haciendo no alcanza. Sobre todo en provincias como Misiones donde tenemos índices muy altos de violencia de género, abuso infantil y embarazo en la adolescencia no intencionado. Es decir que el esfuerzo en ese sentido debe ser proporcional a nuestra realidad.

-La situación de Misiones es similar al resto de las provincias.
-Similar a las del norte. Hay una diferencia en las provincias del norte con el resto.

-¿También con la aplicación de la ESI?
-También. Sobre todo con lo que tiene que ver con la violencia de género. Hay un observatorio, el Observatorio de Género Mumalá que todos los años da cuenta de esto. Y también en relación a la ESI se creó en el 2020, cuando Nicolás Trotta todavía era Ministro de Educación, un observatorio federal sobre cómo se viene aplicando la ESI. Cuesta monitorear la aplicación efectiva en las aulas, lo que en la docencia llamaríamos el currículum real. No solo lo que se hace en realidad en las aulas, sino en los pasillos, en el patio, que se llaman puertas de entrada de la ESI. Interpelarnos en lo que respecta a nuestras creencias, valores, que fuimos aprendiendo. Además la mayoría, como docentes, no hemos tenido la posibilidad de pasar por la Educación Sexual Integral ya que es una ley del 2006 y todavía sigue siendo un tabú para los docentes y las familias. Por eso una de las puertas de entrada de la ESI es interpelarse a sí mismos en tanto docentes, actores de la educación. También el trabajo con las familias y las comunidades, y lo que tiene que ver con la planificación y desarrollo de los contenidos, la actividad áulica, como así también lo que llamamos situaciones que irrumpen en la institución, como puede ser un embarazo, una situación de discriminación, la transición de género de un compañero de una compañera. Se debe aprovechar esas situaciones para trabajar la Educación Sexual Integral como debe ser, como la entiende la ley.

-¿Creés que el incidente del colegio Roque González puede facilitar la aplicación de la ESI el año que viene o va a quedar como una anécdota, como una experiencia más?
-Ya hemos oído hablar a algunos funcionarios sobre un refuerzo en la implementación de la ESI, esperemos que así sea. Por lo que observo como docente, veo que hubo un clic en las escuelas de Posadas con las que tengo contacto, un aparente cambio de actitud sobre lo importante que es implementar la Educación Sexual Integral.