“Logramos –porque me tocó militar el proyecto desde la organización Techo desde 2009–, que los barrios populares sean reconocidos y hoy tengamos estadísticas nacionales. Una vez que tenés el problema diagnosticado podés pensar soluciones y medir el impacto de tus políticas. Antes no teníamos parámetro”, enfatizó la diputada Soledad Balán en Plural TV, de Canal 4 Posadas.
Lunes 30 de mayo de 2022. La diputada renovadora Soledad Balán repasó el trabajo legislativo, con el norte puesto en el resguardo ambiental y el acompañamiento estatal para la reactivación del turismo, además de tener presente al hábitat como una tarea todavía inconclusa de la política y la situación de los barrios populares, desde los temas que más la moviliza. “Pero no se deja de lado ningún aspecto”, aseguró, para enfatizar que el cuerpo legislativo busca leyes que tienen un impacto en la calidad de vida de toda la población.
Impulsa la creación de una secretaría de Integración Sociourbana que interactúe con la secretaría nacional y el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) desde Misiones, entre otros proyectos de impacto social, como a exención del pago de la electricidad para los merenderos y comedores.
Uno de los logros, desde la militancia, es el reconocimiento de los barrios populares como tales. “Logramos, porque me tocó militar el proyecto desde la organización Techo desde 2009, que sean reconocidos y hoy tengamos estadísticas nacionales. Una vez que tenés el problema diagnosticado podés pensar soluciones y medir el impacto de tus políticas. Antes no teníamos parámetro”, enfatizó.
La diputada Balán dejó otros conceptos políticos y de acción legislativa durante la entrevista con Plural TV, de Canal 4 Posadas.
La entrevista
-¿Qué temas están trabajando en la Legislatura misionera, hacia dónde van este año?
-La temática es muy variada. Siempre con una impronta muy fuerte en todo lo ambiental, la reactivación del turismo, del trabajo. Tenemos una provincia que tiene muy marcado el desarrollo humano y social. Mucho que tiende a eso. En lo personal siempre trabajé desde ese aspecto. Pero la verdad que ningún aspecto se deja de lado. Se trabaja en todas las comisiones con mucho ímpetu, inteligencia, tratando de ser inteligentes y de sacar aquellas leyes que realmente se pueden implementar y que tienen un impacto en la calidad de vida de todos los misioneros y misioneras. En lo personal venimos trabajando con los barrios populares.
-Los proyectos que te interesan están muy ligados a tu actividad de siempre, el hábitat…
-Así es. Respecto al hábitat, que creo es una de las deudas sociales y morales más grandes que tenemos. No solo en la provincia, sino en Latinoamérica y el mundo. Ahora con una linda oportunidad, porque con la ley del Renabap los barrios populares fueron reconocidos. Hoy sabemos dónde están, cuántas familias los habitan, cuáles son los derechos vulnerados, cuáles son las necesidades. Y con mucho orgullo puedo decir que Misiones es una de las provincias que más está avanzando en estos proyectos para mejorar la calidad de vida de miles de familias. A nivel nacional, por primera vez se destinó un fondo en la historia argentina a la urbanización de estos barrios populares sin importar quién sea el titular de esas tierras. Se hicieron muchas obras de agua, energía, cloaca, apertura de calles, muchas cosas que mejoran la salud, la accesibilidad, el acceso al trabajo por medio de poder poner una dirección. Son muchos los beneficios que esto tiene. En el país se dio algo muy importante, que por primera vez existen fondos que vienen de los impuestos a las grandes fortunas, pero que a niveles locales y provinciales tenemos un cuello de botella para que los técnicos presenten las carpetas para poder urbanizar estos barrios. Hablamos de arquitectos, ingenieros, que necesariamente necesitan experiencia en los barrios populares. Porque el diseño de una ciudad no es lo mismo que enseñan en la facultad de Arquitectura, a un barrio donde no tenés calles, pasillos de tierra. Social y urbanísticamente no es lo mismo. Así que estamos muy contentos de estar avanzando en eso. Misiones está trabajando en muchos municipios y a nivel provincial para que esto se haga efectivo y que no nos suceda lo que está pasando en el resto del país.
-¿Sobre qué población se trabaja? ¿Cuántos habitantes tienen estos barrios populares? ¿Las problemáticas están en las zonas más grandes o también en la zona rural?
-Tienen características muy diferentes. En Misiones hay más de 300 barrios populares habitados por poco más de 45 mil familias. El año pasado se actualizó en ciudades de más de 10 mil habitantes, ahora se incorporaron comunas de 2 mil habitantes en adelante. Así pudimos abordar muchas más ciudades que en nuestra provincia quedaban afuera con el relevamiento anterior. Un barrio popular es concebido como tal desde que hay ocho familias agrupadas o contiguas, donde más de la mitad no tiene ni el acceso a la titularidad de la tierra, ni dos de tres servicios básicos. Considerando el uso de agua y cloacas. De ahí en adelante tenés barrios de diez familias, y barrios mucho más numerosos donde hablamos de 800 o mil familias, que son los menos. En el caso de Misiones, en las ciudades más grandes son 300 familias.
-¿Qué se hace desde la Legislatura para dar soluciones?
-En mi caso presentamos un proyecto el año pasado, que proponía crear la Secretaría de Integración Sociourbana. Que busca hacer un nexo con la secretaría de Nación. Que lo estamos evaluando porque estamos trabajando en conjunto con el Iprodha. Estamos armando un equipo técnico para abordar los barrios. Desde mi lugar aportando lo que se puede socialmente, al igual que otros legisladores o proyectos como los que estuvimos debatiendo estos días para que los merenderos y comedores estén exentos del pago de la energía eléctrica. Porque incurren en un costo mayor por dar un servicio a la comunidad. Es necesario refrigerar los alimentos que tienen ya que muchas veces los repartos son semanales o mensuales, tienen que prender las luces de sus hogares para recibir a muchas familias vecinas. Son gastos en los que incurren más allá de lo familiar. También surgió si había que garantizar una garrafa mensual. Siempre se trabaja en conjunto con el ejecutivo. Te llena de orgullo cuando el gobernador anunciaba el Plan Acceder donde más de 30 barrios populares van a poder acceder a la energía eléctrica segura. Muchos caminos y calles terradas se van convirtiendo en calles de asfalto que permiten que entre una ambulancia, un camión de bomberos, un colectivo, un remís en caso de que se lo necesite. Ese asfalto en los barrios populares tiene un impacto en vidas. Que la ambulancia llegue antes puede salvar una vida. Lo mismo la energía eléctrica segura. Cuántos accidentes vimos donde hay víctimas que fallecen por no tener una conexión segura. Esto no se suele ver en el resto del país, y Misiones lo implementa en medio de esta pandemia, de esta crisis un programa para que las familias tengan esa oportunidad.
-Este acompañamiento a los barrios populares no estaba en la agenda hasta hace pocos años…
-Los barrios populares no eran reconocidos como tales. No teníamos definido el problema. Cuando hablabas de los barrios no se sabía cuál era un barrio, cuál no. Hoy logramos -y digo “lo logramos” porque me tocó militar el proyecto, estar desde el principio trabajando en Techo desde el 2009. Hacíamos los relevamientos y desde Nación nos decían: “no, estos no son barrios”. Hasta que finalmente fueron reconocidos y hoy tenemos estadísticas nacionales. Una vez que tenés el problema diagnosticado podés pensar soluciones y medir el impacto de tus políticas. Antes no teníamos parámetro. Se hacían cosas pero nadie lo medía como el impacto de políticas sobre una determinada población. Hoy afortunadamente ya contamos con esa información y ya hay acciones directas. El gobernador anunciaba a cuántos barrios se va a llegar con el agua potable, las perforaciones que se están haciendo, cómo nos estamos ocupando. Esto ahora lo podemos medir, decir: “el Acceder está llegando a 30 barrios populares de la provincia”. Antes se hacían programas, estaba la luz solidaria, pero no sabíamos bien en cuántas familias que habitaban barrios populares impactaba. Ahora también estamos trabajando fuertemente debido a que no todos los censistas que animan a entrar a un barrio popular. A veces porque tienen prejuicios, y otras veces porque cuando pasaste caminando por un barrio popular que no conocés y te salteaste un pasillo, quizás ahí dejaste de lado a diez, doce o 20 familias. Nosotros estuvimos articulando con el Ipec. Estuvimos con un equipo grande en territorio censando a las familias que quieren estar en los censos. Me impacta cuando en una reunión de cualquier barrio popular en cualquier lugar del país, porque se lo pregunto a compañeros de otras provincias, preguntás cuánta gente fue censada en el 2010, y te levanta la mano menos del 50 por ciento. Muchas veces ponemos los puntos de encuentro para que las familias vayan a una biblioteca, a algún comedor y van voluntariamente a disponer del tiempo que tienen porque quieren que los censen. Es una familia que quiere tener visibilidad.
-Me llama la atención, porque más allá de que quieran que los censen, es una obligación del Estado.
-Sí, pero muchas veces cuando un censista se salta un pasillo ni siquiera sabe que omitió familias. Muchas veces tiene que ver con el desconocimiento. Se trata siempre de articular para que se tenga la visibilidad, la información. Para mí es sumamente importante el diagnóstico y medir las políticas públicas que vayamos implementando. Yo hablaba con el Iprodha esta cuestión de la integración sociourbana: si vamos a hacer obras que lleven agua al barrio, me gustaría preguntar cuántas familias accedieron a un Capsen los últimos seis meses. Porque muchas veces los problemas estomacales, alérgicos son por problemas en el consumo de agua. Invertir en agua, cloacas y energía es de las inversiones más redituables, te vuelven por otro lado. Primero porque es una deuda. A esas familias les estamos vulnerando un derecho, segundo, porque es redituable.
-Claramente. Impacta en el Estado después porque invierte menos dinero en revertir esas situaciones.
-Pasa. Cuando anuncia el gobernador las casi 2 mil viviendas que se van a construir este año. El acceso a la vivienda digna tiene un impacto gigante. Y ahí no hablo solamente de la salud. En viviendas de emergencia te hablan de que tiene un impacto hasta en la calidad del sueño, imaginate en una vivienda entregada por nuestro Instituto de Desarrollo Habitacional. Tiene un impacto en todas las aristas de la vida. Que va desde seguridad hasta cosas que son más difíciles de medir como la calidad del sueño. Así que me da mucho orgullo saber que como provincia estamos bregando porque todos los misioneros y misioneras puedan soñar mejor.
