Constanza Yudar, de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT), destacó la importancia que tienen las denuncias de violencia de género, que se pueden realizar en cualquier comisaría y no solamente en las Comisarías de la Mujer.

Martes 20 de diciembre de 2022. La comisionada Constanza Yudar, integrante de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT), destacó la importancia que tienen las denuncias de violencia de género, que se pueden realizar en cualquier comisaría y no solamente en las Comisarías de la Mujer: “en Misiones, se reciben cerca de cien denuncias por mes”, una cifra que dimensiona el flagelo que golpea a la sociedad, en todos lados.
Admite además que aún resta profundizar este estudio sobre el sector que integra la diversidad sexual, ya que los casos existen, aunque sin estadísticas.
“Con mi compañera Yanina Boschmann, que es licenciada en Trabajo Social, nos enfocamos en esta tarea de reconocer cómo trabajan las 28 Comisarías de la Mujer. Cuando una mujer llega a hacer la denuncia a la comisaría, el problema ya está. A la Comisión le compete saber dónde está esa mujer que se defendió de su agresor y cae detenida; estas Comisarías de la Mujer no detienen; nos llaman para saber “dónde está mi prima, dónde está mi hermana”. Así que debíamos saber fehacientemente cómo trabajan estas comisarías”, explicó Yudar en Plural TV, programa periodístico de Canal 4 Posadas.

La nota de Constanza Yudar en Plural TV

¿Qué tareas están realizando en este momento, desde la Comisión.
La introducción que hizo Myriam Duarte es excelente, porque es la temática que venimos trabajando desde el principio de la gestión. Yo fui elegida por un concurso que se hace en Cámara de Diputados cada cuatro años y en mi presentación quería poner en relieve la cuestión feminista, ya que como militante de género la venía desarrollando como asistente de la Comisión desde 2017. Me interesó muchísimo la temática, la Comisión venía trabajando en este sentido, pero me parecía que le faltaba un plus. El trabajo que había hecho la Comisión en su último año sobre las mujeres que sufrieron violencia de género previo al contexto de encierro me motivó a presentarme y trabajar en este sentido. Como decía Myriam, hay mucho por hacer. Cuando llegan las mujeres a hacer la denuncia, el problema ya está.

-La tortura, o la violencia, ya ocurrió…
-Así es. Contamos con 28 Comisarías de la Mujer que están repartidas en todo Misiones. Al trabajar en contexto de encierro siempre vamos a lugares donde hay personas privadas de su libertad, detenidos; pero también recorremos hogares de adultos mayores, hogares de niños. Con mi compañera Yanina Boschmann, que es licenciada en Trabajo Social, nos enfocamos en esta tarea de reconocer cómo trabajan las 28 Comisarías de la Mujer. Cuando una mujer llega a hacer la denuncia a la comisaría, el problema ya está. A la Comisión le compete saber dónde está esa mujer que se defendió de su agresor y cae detenida; estas Comisarías de la Mujer no detienen; nos llaman para saber “dónde está mi prima, dónde está mi hermana”. Así que debíamos saber fehacientemente cómo trabajan estas comisarías, porque a veces creemos saber pero no es así. Hay comisarías que reciben 100 denuncias de género por mes.

-Es importante el número y es importante el problema…
-Por un lado decimos que es bueno que la mujer se anime a denunciar. Por otro, queríamos empoderar a la mujer en el sentido de que tome la iniciativa y se sienta protegida a la hora de hacer una denuncia. Que sepa dónde ir, dónde están estas 28 comisarías dentro de la Policía de la Provincia. Pero muchas veces es difícil que una mujer tome la decisión; es lo más difícil.

-No es difícil por la cuestión de no tomar la decisión, sino por el contexto donde se desarrolla, por los miedos que le generan, por la responsabilidad que sienten sobre sus espaldas de tener que tomar una decisión de ese tipo, no…
-Y porque por ahí tiene quince minutos para salir de su casa y hacerlo. Por eso le contamos a las mujeres que no solo las Comisarías de la Mujer toman las denuncias, sino que pueden hacerlo en las más de 150 comisarías de toda la provincia; están para que la mujer se anime y realice la denuncia. No es nuestro fuerte realizar esto, pero como trabajamos en ese sentido también brindamos este acompañamiento si es necesario. Porque nosotros contamos con el apoyo de la Línea 137, del Observatorio de Género, que nos acompañó en este informe que te contaba. Estoy muy agradecida de que me inviten, antes de presentar los trabajos que realizamos los seis comisionados en este año, en el Salón de las Dos Constituciones de la Cámara de Representantes de Misiones. No se trata solo de exponer lo que hicimos sino que el pueblo y los funcionarios se interesen y generen las preguntas de lo que falta; porque siempre falta, y para eso estamos en la Comisión.

-¿Qué exponen?
-En mi caso este trabajo que conté, de las 28 Comisarías de la Mujer, pero debido a que es tan amplio el trabajo de la Comisión, también participan los pueblos originarios, acompañan, porque también tenemos detenidos de pueblos originarios. Además, un recorrido sobre hogares de niños, y también esto que hacemos nosotros, que es nuestro fuerte: el control y monitoreo. Esto quiere decir que un comisionado está en una comisaría, en un contexto de encierro todos los días. Lo que hizo que el nivel de conflictividad disminuya, esto quiere decir que el preso ya no toma medidas de fuerza para realizar una denuncia, sino que sabe que tiene a dónde ir. Por ejemplo, si pasa algo con la policía no van a ir a denunciarlo a la policía, para eso existe la Comisión, para que se animen a denunciar. En las visitas de control y monitoreo muchas veces entramos a su mundo, y es la única alternativa que tienen para denunciar hechos de malos tratos.

-¿Con qué te encontraste que te llamó mucho la atención?
-En este informe cada Comisaría de la Mujer tiene una forma particular. Por ejemplo, muchas veces tienen que esperar a que la jefa firme la denuncia, y en algunos casos la mujer tiene 15 minutos para llegar a su casa, entonces la policía se toma el trabajo de llevarle esa copia de la denuncia más tarde. Me encontré con que acá en Posadas tenemos cuatro Comisarías de la Mujer, con mucho personal, y me encontré con lo importante que son estas comisarías para cada mujer de la colonia y de los diferentes contextos; y cómo cada una cuenta con esa herramienta, que es la comisaría. Para ellos es importante y muchas veces la única salida.

-¿Los problemas de violencia siguen siendo siempre los mismos: el control, los celos, el sometimiento “porque sos mía”?
-Así es. Lo que más se denuncia es la violencia física. Y queda relegada la violencia que no se ve, que es la violencia psicológica. Una persona que pasó 40 años de su vida con un compañero que la amedrentó toda su vida, la maltrató y ella nunca se dio cuenta.

-¿No se dan cuenta?
-Es muy difícil, porque cuando desde el inicio no tuviste una buena relación con alguien, normalizás la violencia, que muchas veces empieza por algo verbal. Además está la violencia económica, donde la mujer, debido a que tiene que trabajar, no puede trabajar y cuidar a sus hijos a la vez. Entonces aparece otro tipo de violencia; como decir “no puedo dejar mi casa, no puedo abandonar a mis hijos”. Así que es muy importante que las mujeres sepan que hay lugares donde se pueden sentir contenidas, donde pueden denunciar y de una vez por todas terminar con este flagelo, que es muy difícil.

-¿Hay cien denuncias por mes en cada comisaría de la mujer o en cada comisaría en general?
-En este caso hablo específicamente de las comisarías de la mujer. Este fue un trabajo de recorrer toda la provincia. Otra cosa: tampoco estamos preparados todavía para la diversidad. Cuando preguntábamos si había personas de la diversidad que iban a denunciar, no tuvimos ningún caso de un sí rotundo, porque todavía no le dimos esa fortaleza a la diversidad, para que se sientan acompañados. No es que no existe, sino que nos falta avanzar tanto como sociedad, que todavía no tienen esa fortaleza como ya la pudieron obtener las mujeres de ir y terminar con una mala relación.

-¿Pero también hay casos?
-Así es. Cuando preguntábamos si conocen casos en el pueblo, si existen personas de la diversidad que atraviesen estos problemas, nos decían que sí. Entonces estamos trabajando sobre las capacitaciones. Nos parece que lo más importante es capacitar a la policía, al servicio penitenciario, tanto en Ley Micaela, como en la Ley de Matrimonio Igualitario.

-¿Dónde hay más denuncias, en qué edades?
-Edades no tenemos, pero sí sabemos que hay gran cantidad de denuncias en Iguazú, en Comandante Andresito, que son cercanas. En Posadas también, donde contamos con cuatro Comisarías de la Mujer repartidas por toda la localidad. Estos son los lugares donde encontramos mayor cantidad de denuncias por violencia de género.

-Cuando me hablás de Andresito contradice de alguna manera la idea de que en las grandes ciudades pueden haber más casos. Andresito es una población muy pequeña, aunque con una extensión rural muy grande.
-También debemos saber que ellas no pueden escapar. Y la pandemia demostró que donde hubo más violencia de género es donde las víctimas no pueden salir de la casa, donde no se puede denunciar. Esto quiere decir que el flagelo más grande está dentro del hogar, por eso el mensaje es que no se vayan de la comisaría sin hacer la denuncia, y que todas las comisarías de la mujer y las comunes deben tomar la denuncia. Porque si yo como funcionario del Estado le digo que debe ir a un lugar para denunciar, la estoy dejando de nuevo en la calle. Nos pasó en la Comisaría Séptima de Villa Cabello, que a la vuelta está la Comisaría de la Mujer. Si una mujer entra a la Comisaría Séptima, yo como funcionario debo tomarle la denuncia. No darle la posibilidad de que la mujer vuelva a salir a la vereda, porque ese puede ser el momento en que ella pueda tomar el camino de volver con su agresor. Por eso es tan importante llevar este mensaje.

-¿Qué dijiste que pasó en la pandemia?
-Los casos se potenciaron con la convivencia obligada, donde no podíamos salir a ningún lado. Vivíamos con nuestro agresor. Después de la pandemia hubo más denuncias de violencia de género. Nosotros hablamos de la violencia de género, ¿pero la económica, la verbal? Está toda aparejada. Es todo lo mismo. Pero la verbal es la más silenciosa, la que no podemos ver. Cuando ves a una mujer golpeada ves el fin de todo un proceso que seguramente sufrió.

-¿Por qué estamos hablando de estos temas?
-Porque existen. Porque de lo que no se habla no existe. Porque hay que darle un enfoque, un empoderamiento. Porque tenemos voz y podemos acompañar y abrazar a la otra. Tenemos que hacerles saber que estamos, que hay una de nosotras para ayudar en cada lugar, y que busquen ayuda, que seguramente la van a tener.

-¿Qué reflexión hacés de todo esto como persona, alejándote del trabajo que venís haciendo?
-Como decía Myriam Duarte, la violencia crece todo el tiempo. Brindamos herramientas, pero lastimosamente seguimos combatiendo este flagelo. Por eso te decía anteriormente que quiero que sepan que hay lugares donde se puede prevenir, donde se puede ir y tener una respuesta. Y nosotros como funcionarios públicos tenemos que darle la seguridad a cualquiera que necesite de nosotros.

-Además de las comisarías, ¿dónde más se puede buscar ayuda?
-Todas las comisarías de la provincia son el mejor lugar para buscar ayuda. En fiscalía también. Que vayan al lugar que le quede más a mano. Pero que no permitan nunca esta cuestión de que las manden a la Comisaría de la Mujer. Algo que trabajamos con la directora Alicia Romero, que dirige a todas las Comisarías de la Mujer, que nos brindó información y nos dijo que llevemos el mensaje de que las denuncias se pueden hacer en todas las comisarías.