El balotaje contrapone claramente dos modelos de acumulación: el de revalorización financiera que respalda Macri y el de autonomía respaldado en la soberanía popular de Scioli. En el Parlamento, al explicar la evolución y composición de la deuda del Estado misionero, el ministro Safrán desnudó los riesgos de volver a depender de los bancos.
Concluyó esta semana el tratamiento por el Presupuesto de Recursos y Gastos del Estado misionero. Por el Parlamento pasaron todos los funcionarios de los organismos provinciales para defender las partidas asignadas a sus reparticiones en el plan de gobierno que, en síntesis, explicita el proyecto que elabora el Poder Ejecutivo. Por imperativo constitucional, es obligación del gobernador girar el proyecto al Legislativo el 31 de julio de cada año como último plazo. No parece apropiada la fecha si se tiene en cuenta la dinámica de los tiempos más aún en los años en que hay elecciones de gobernador. Podría suceder que el pueblo consagre a un mandatario de una fuerza que cambie 180º la orientación de las políticas. ¿Estaría condenado el nuevo gobernador a la aplicación de lo determinado por un Presupuesto que no responde a sus ideas?. Algo de esto previó Carlos Rovira al postergar la aprobación para una sesión especial convocada para el 3 de diciembre. Los plazos establecidos por la Constitución provincial tiene otra limitación: se anticipa a la aprobación de Presupuesto de la Nación que establece gastos que inciden en la realización de obras en la provincia. Estas limitaciones en el tratamiento del Presupuesto 2016 fueron señaladas por Adolfo Safrán, al que, como ministro de hacienda le toca cerrar el tratamiento en la comisión parlamentaria. Resumió el destino de las inversiones que fueron argumentadas por ministros y presidentes de los organismos descentralizados durante las jornadas de exposición ante los diputados. Vale en ese sentido destacar que la inversión social es el eje del diseño presupuestario. Safrán hizo notar que el incremento en Salud, Educación y Desarrollo Social, desde 2003 a 2016 es de casi 5 mil por ciento. Inversión muy por encima de cualquier estimación de la inflación.
LA DEUDA Y EL CONTRASTE DE MODELOS: Pero no casualmente, Safrán hizo hincapié en la evolución y composición de la deuda pública heredada de los años de crecimiento en función de la acumulación financiera, lo que se conoce como neoliberalismo, antes de la implosión del modelo en 2001. Es el punto de contraste entre los modelos en pugna en el balotaje del 22 de este mes. Las decididas políticas de desendeudamiento que aplicaron el gobierno nacional y los gobiernos de la renovación desde 2003, bajó la deuda sensiblemente. Representaba en 2003 el 279 por ciento del Presupuesto y para el 2016 significará solo el 12 por ciento del total. En 2003, se debían 913 millones de dólares, con el 78 por ciento de la deuda colocada en bancos. Ahora se debe en la misma moneda, 348 millones de dólares, con la diferencia de que el principal acreedor es la Nación, con 73 por ciento y cobra en pesos. Safrán recordó las renegociaciones habilitadas por el gobierno nacional en 2006 con la pesificación y el refinanciamiento con intereses establecidos en un coeficiente que establecía un monto de alrededor del 12% anual, y las cláusulas de 2010 que establecen un interés del 6%. Esto hay que tenerlo en cuenta, porque el Estado nacional se hace cargo, desde la visión política, de los perjuicios de la devaluación asimétrica que se aplicó a la salida de la convertibilidad. Safrán reveló incluso que la Nación ayudó a la provincia con ATN por valor de 1.500 millones de pesos para pagar deuda. ¿Condonación? El diputado ucerreísta Germán Bordón, el diputado más polémico en los debates por el Presupuesto puso en cuestión si representba una condonación. Safrán muy lejos de entrar en el juego de discusiones bizantinas, señaló que llame como se llame, Misiones debía a la Nación, que inventó un ATN para cobrarse y el Estado misionero dejó de deber, aunque haya sido un mero pase contable. Para poner en magnitud la significación de los compromisos del Estado con la deuda heredada, Safrán recordó que antes de los refinanciamientos acordados con la Nación, Misiones en 2005 pagó el equivalente al presupuesto actual de Salud Pública. La exposición de Safrán muy sutilmente estableció vinculaciones con lo que está en juego en el balotaje entre un candidato presidencial que garantice la continuidad de las políticas y el candidato que apuesta a la revalorización financiera para el crecimiento. Subrayó que el Estado misionero, con refinanciamiento de la nación, deberá erogar el año que viene 438 millones de pesos, pero sin refinanciamiento el compromiso es de 743 millones.
MACRI Y EL RESPALDO DE LOS BANCOS: Esta disyuntiva planteada, digamos contablemente, por el ministro Safrán, remite a las concepciones políticas de Daniel Scioli y Mauricio Macri. Más allá de las discusiones propositivas y la pelea de quién es más desarrollista, un resumen de los ejes de sostenimiento de las principales políticas económicas que tomaron en sus gobiernos Scioli y Macri, la deuda y la relación con el sector financiero es una referencia insoslayable. En el contexto del desendeudamiento como política nacional para ganar en autonomía en la toma de decisiones, Scioli redujo la deuda de la Provincia de buenos Aires, que era del 12% del Producto Geográfico en el 2007 a 7,6% del PBG en 2015. . Es decir, bajó la deuda casi a la mitad. Por su parte Macri llegó a la gestión de la Ciudad cuando esta tenía una deuda del 1,4% y en el 2015 es de 8,6%: multiplicó por siete la deuda capitalina. La apuesta del PRO tiene, desde esta óptica, similitudes con los 90. Destacarlo no es una cuestión psicológica de campaña sino desocultar las relaciones de poder que darán gobernabilidad a su administración. El kirchnerismo deja un país desendeudado, en condiciones de salir al mercado financiero para atraer, capitales, pero los golondrinas. Le darán aire, dos, cuatro, seis años, hasta que no se pueda pagar la deuda con más deuda. Se vivió en 2001.
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