Este domingo el Grupo de Puebla emitió una Declaración donde piden la moratoria de la deuda externa de los países; asumir la salud como bien público global; un nuevo modelo de inclusión social y el levantamiento de las sanciones a Cuba y Venezuela, entre otros aspectos. El viernes, el presidente Alberto Fernández participó de una reunión virtual del Grupo de Puebla, donde exhortó a los líderes progresistas de Latinoamérica a «unirse» para construir «un mundo más justo» y evaluó que la pandemia de coronavirus dejó al descubierto que el camino «no es la meritocracia, sino la solidaridad”.
Domingo 17 de mayo de 2020. El presidente Alberto Fernández exhortó este viernes a los líderes progresistas de Latinoamérica a «unirse» para construir «un mundo más justo» y evaluó que la pandemia de coronavirus dejó al descubierto que el camino «no es la meritocracia, sino la solidaridad».
«La pandemia de coronavirus dejó al descubierto la desigualdad y que el capitalismo concentró, en muy pocos, grandes recursos, y pobreza en otros», reflexionó Fernández al participar del Quinto encuentro del Grupo de Puebla, a través de una videoconferencia desde la Residencia de Olivos.
«El más inteligente de los pobres tiene menos chances que el más mediocre de los ricos», graficó el jefe de Estado, quien postuló, en cambio, la «solidaridad» y la «inclusión».
«La desigualdad no es un buen camino para enfrentar situaciones críticas como estas y, en muchos lugares del mundo, la solidaridad quedó a un costado cuando debería ser el común denominador que nos una y vincule», argumentó.
El Presidente entendió que «el mundo se ha dado vuelta y la economía cruje: está demostrado que el sistema económico mundial era tan débil que algo imperceptible a la vista humana (como el coronavirus) puede tirar abajo todas las estructuras económicas».
«Para que la economía pueda sobrevivir, necesitamos estructuras más sólidas que se funden en principios de mayor igualdad y solidaridad; todo se cae rápidamente porque esas estructuras estaban basadas en el poder de muy pocos que no podían sostener el conjunto», insistió.
Fernández consideró que está en marcha un «proceso de transformación profundo» y pronosticó que, superada la pandemia, «el mundo no será el mismo», por lo que llamó a sostener medidas de cuidado y prevención hasta que se logre elaborar la vacuna contra la Covid-19.
Del encuentro virtual participaron además los exmandatarios de Uruguay José Mujica; de Ecuador Rafael Correa; de España José Luis Rodríguez Zapatero; de Colombia Ernesto Samper, y el economista Joseph Stiglitz, entre otros.
El Grupo de Puebla, fundado en esa ciudad mexicana en julio de 2019, es un foro político y académico integrado por presidentes y ex presidentes, referentes políticos y sociales identificados con el progresismo en 12 países.
Declaración la Unión es el cambio
Este domingo, el Grupo de Puebla junto a líderes progresistas de Colombia presentaron la Declaración pos reunión del viernes, denominada La unión es el cambio. Paz, economía y pandemia.
El documento expresa:
Nosotras y nosotros, ciudadanas y ciudadanos libres, como miembros del Grupo de Puebla, espacio de concertación política, expresión de las singularidades emblemáticas y foro de voces diversas consideramos que, no se puede pasar por alto la crisis generalizada como resultado de la pandemia global de COVID-19. Recordamos, en ese sentido, que la CEPAL calcula que, en 2020, América Latina verá una caída del 5,3% del PIB, una contracción del empleo de aproximadamente 3,5% y un incremento de la pobreza de 4 puntos y medio, así como de la miseria en poco más de 2 puntos, un registro crudo e inédito en la historia latinoamericana. Esto implicará 270 millones de personas en la pobreza y unos 80 millones en la miseria.
En diálogo con lideresas y líderes del progresismo colombiano de forma virtual ante la contingencia del COVID 19, expresamos la necesidad de que la región avance en los siguientes puntos:
Estado proveedor de bienes públicos colectivos
Consideramos que este panorama desalentador requerirá de la puesta en marcha de instrumentos de política social y económica de los que la región se había alejado en los últimos años, por la primacía de modelos neoliberales que delegaron la distribución de bienes básicos en el mercado, minimizando el protagonismo del Estado que, en medio de la crisis sanitaria, ha demostrado con creces cuán necesario es.
Cambio climático exige cambio de modelo económico
Expresamos nuestro deseo de no volver a un sistema de producción, extracción, acumulación y consumo incompatible con el desafío que representa la adaptación al calentamiento global, un fenómeno subestimado pero cuyos efectos se pueden exacerbar en el corto y mediano plazo en medio de la pandemia.
Promover una convocatoria de la ONU para debatir pandemia, paz y equidad
Como miembros del Grupo de Puebla convocamos a los esfuerzos de todos los partidos, movimientos y ciudadanos para que se convoque una reunión extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas que tenga como objeto una discusión sobre la gestión de la pandemia, preservando sin excepción la equidad social y una garantía de protección para los más vulnerables.
Políticas públicas para garantizar el mínimo vital
Recordamos que el COVID-19 ha hecho evidente la necesidad de estructurar verdaderas políticas públicas de reconocimiento del derecho al mínimo vital mediante programas que tuvieron éxito en el pasado reciente de gobiernos progresistas y otros nuevos como la garantía de una renta básica inicialmente extraordinaria, para garantizar con dignidad las condiciones del confinamiento que se han decretado en casi todos los países latinoamericanos.
Moratoria de la deuda externa
Como latinoamericanas y latinoamericanos planteamos la necesidad de reestructurar la deuda externa y en la medida de lo posible, lograr una moratoria que les permita a los Estados que la soliciten canalizar esfuerzos para atender la emergencia y redefinir de cara al futuro, las prioridades sociales desatendidas o delegadas en el mercado.
Asumir la salud como bien público global
La pandemia nos impone la necesidad de asumir la salud como un bien público global. Nos preocupa que sean los más vulnerables quienes terminen pagando los costos de la crisis. No existe dilema entre salud y economía, pues es inviable pensar en una reactivación del consumo, del ahorro y de la inversión con la amenaza latente de la pandemia.
Preocupación por la postura del Gobierno de Colombia de desestimar compromisos fundamentales del acuerdo de paz
Como Grupo de Puebla expresamos nuestra preocupación por la paz en Colombia, seriamente amenazada por la postura del actual gobierno empecinado en desestimar compromisos fundamentales contraídos. El desconocimiento del rol histórico que sin condicionamientos ha desempeñado Cuba en varios procesos de paz en Colombia, condena cualquier posibilidad de revivir un esquema de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional. Un eventual fracaso de la paz en Colombia sería, sin duda alguna, nuestro fracaso como humanidad.
Por un nuevo modelo de inclusión social
Consideramos que el escenario post COVID-19 plantea en Colombia la necesidad, esta vez inaplazable, de poner en marcha un nuevo modelo de inclusión social, que responda a estas necesidades exacerbadas por la coyuntura, a la vez que se defiendan, como activo fundacional del progresismo colombiano, los Acuerdos de La Habana, así como las reactivaciones de las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional, suspendidas indefinidamente por parte del gobierno actual.
Por un nuevo Estado con fiscalidad y manejo de bienes sociales como la salud
Proponemos que ese nuevo Estado prevea desde ya cómo gestionar la post-pandemia estructurando un régimen fiscal más equilibrado y devolviéndole a la esfera pública el manejo y distribución de bienes sociales, entre ellos la salud todo dentro del marco del progresismo.
Por un levantamiento de las sanciones a Cuba y a Venezuela
Rechazamos las amenazas y sanciones contra Venezuela, así como aquellas retomadas respecto de Cuba y la forma como se ha desconocido su contribución a la paz en Colombia. En tiempos sin pandemia son condenables aquellas medidas, en tiempos pandémicos son sencillamente un crimen de lesa humanidad.
Primera Internacional Socialista
El progresismo que nos identifica como Grupo de Puebla debe articularse con el esfuerzo reciente de un grupo de intelectuales y figuras reconocidas de la izquierda para establecer la Primera Internacional Progresista. En la medida en que sumemos esfuerzos, una articulación de fuerzas progresistas en distintas latitudes nos fortalecerá y otorgará una mayor perspectiva respecto de nuestros retos futuros partiendo de las asimetrías enormes que marcan a nuestras sociedades.
La unidad progresista
Reconocemos que la unidad es el camino. El progresismo colombiano y latinoamericano no se puede dar el lujo de enfrentarse. Eso sólo favorece a la derecha. Nuestros pueblos merecen los máximos esfuerzos unitarios. Para construir un mundo más justo lo primero que debemos hacer es unir las fuerzas del progresismo.
Fundadores y fundadoras del Grupo de Puebla
Firman: Luiz Inacio Lula Da Silva; Dilma Rousseff; José Luis Rodríguez Zapatero; Ernesto Samper; Fernando Lugo; Rafael Correa; Celso Amorin; Jorge Taiana; Aloizio Mercadante; Marco Enríquez- Ominami; Clara López; Alejandro Navarro; Camilo Lagos; Gabriela Rivadeneira; Karol Cariola; Carlos Sotelo; Esperanza Martínez; Mónica Xavier; Carlos Ominami; Maximiliano Reyes; José Miguel Insulza; Guillaume Long; Carol Proner.
Líderes y lideresas del progresismo colombiano:
Firman: Gustavo Petro; Rodrigo Londoño; Sandra Ramírez; Iván Cepeda; Camilo Romero; León Valencia; Guillermo García Realpe, León Fredy Muñoz; Antonio Sanguino; David Racero; Ángela María Robledo; Gloria Florez; Gabriel Becerra; Carlos Alberto Benavides; María José Pizarro; Patricia Lara; Alexander López; Carlos Ramón González; Consuelo Ahumada.