El productor y director del Inym, Jonas Petterson, entiende que la falta de acuerdo para fijar el precio no es el problema del organismo sino la “falta de empresarios serios y de voluntad de hacer crecer el sector”. Protestan por los precios pero cuando les piden que traigan sus números, plantean otras situaciones, sin los números en la mesa, graficó durante una entrevista en Plural TV.

Martes 20 de septiembre de 2022. “La Resolución 170 hizo que se blanquee un número importante de productores que no estaban dentro del sistema: hoy son alrededor de 12500 productores que producimos 882 millones de kilos de yerba aproximadamente. El año pasado hubo un equilibrio entre lo que se produjo y la venta. No nos olvidemos que el año pasado tuvimos una seca interesante, y este año la producción puede llegar a aumentar. A raíz de eso venimos trabajando fuertemente en fortalecer más los controles de la yerba que ingresa al país, porque si ingresa yerba, más la que producimos nosotros, se nos concentra el mercado. Son estrategias que hay que trabajar día a día para mantener el equilibrio”, explicó el productor y director del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), Jonas Petterson en Plural TV.
Entre diversos temas, habló de la importación y del precio. Las cargas que entran de los países vecinos pasan por controles físicos y químicos y ahora también, controles de metales pesados, una alerta que se disparó cuando Brasil pidió que se eleve los valores de metales pesados permitidos. “No quiere decir que la yerba tenga metales pesados, o que haga daño. Sino que tiene establecidos los valores mínimos como todos los alimentos de la canasta básica alimentaria. Y nosotros estamos dentro de los parámetros normales, pero Brasil no”, dijo, para admitir también que cuando hay importación, los productores locales “se enloquecen”, porque los afecta de manera directa.
Respecto al precio, que siempre es un tema de discordia en el sector, aseguró que el kilo de hoja verde debería valer 120 pesos. “Es lo que uno siente de verdad. Porque lo que comprábamos el año pasado con un kilo a 52 pesos, hoy necesitaríamos que valga aproximadamente 120 pesos. Produce un poco de bronca también porque el sector industrial no tiene la intención de decir “está bien, está complicada la cosa”. Nosotros le pedimos 85 pesos y tampoco aceptan. Nos ofrecieron 18 por ciento de aumento sobre el precio vigente. Algo irreal para nuestra realidad. Así que terminó en un nuevo laudo, que esperemos se defina pronto”, reflexionó en Plural TV, programa periodístico de Canal 4 Posadas.

La entrevista de Jonas Petterson en Plural TV

-¿Qué está pasando con la yerba en Misiones?
-Nos tocó un tiempo difícil en mi mandato dentro del Inym. El valor del producto viene mejorando muchísimo en los últimos tres o cuatro años y hoy, por una cuestión de aumento de producción los precios están un poco más estancados. Hubo una cosecha bastante atípica el último año. Arrancamos, por la seca, tres meses atrasados, y se amontonó la cosecha en una sola etapa. Esto hizo que llenemos a la industria y se frene el crecimiento de los valores. Pero creo que estamos en un buen momento. El Inym sigue trabajando en lograr ese equilibrio que es tan importante para nosotros. Estamos en ese camino.

-¿Cuáles son los números de la yerba en nuestra zona, en nuestra región y en Misiones? ¿Qué cantidad de kilos, de productores?
-La Resolución 170 hizo que se blanquee un número importante de productores que no estaban dentro del sistema: hoy son alrededor de 12500 productores, que producimos 882 millones de kilos de yerba aproximadamente. El año pasado hubo un equilibrio entre lo que se produjo y la venta. No nos olvidemos que el año pasado tuvimos una seca interesante, y este año la producción puede llegar a aumentar. A raíz de eso venimos trabajando fuertemente en fortalecer más los controles de la yerba que ingresa al país, porque si ingresa yerba, más la que producimos nosotros, se nos concentra el mercado. Son estrategias que hay que trabajar día a día para mantener el equilibrio.

-¿Esa yerba ingresa a Misiones y a Corrientes, para producción, o ingresa en forma de producto terminado?
-Ingresa como canchada a Misiones y a Corrientes. Ingresa por Misiones sobre todo. Preocupa un poco porque ese producto termina siendo molido y envasado como producto argentino. En ningún paquete de los que vemos dice: “producto de origen paraguayo o de origen brasilero”; siempre dice “producto de origen argentino”. En ese sentido venimos haciendo una serie de controles desde el año pasado a todas las cargas que entran. Se están haciendo controles físicos y químicos. A partir de ahora también vamos a empezar a hacer controles de metales pesados. Porque nos llamó un poco la atención que Brasil pidió que se eleve los valores de metales pesados. No quiere decir que la yerba tenga metales pesados, o que haga daño. Sino que tiene establecidos los valores mínimos como todos los alimentos de la canasta básica alimentaria. Y nosotros estamos dentro de los parámetros normales, pero Brasil no. Entonces nosotros, como sector productivo, consideramos que la yerba que producimos no es para mezcla. Si producimos un producto que está dentro de los parámetros de estándar de calidad, los productos que entran a nuestro país también tienen que estar dentro de esos estándares.

-¿De dónde viene más yerba, de Brasil o Paraguay? ¿Todos los años se importa?
-No. Esto es por el cambio (valor de la moneda), porque le conviene económicamente a las empresas. Empezó después de la pandemia cuando se dio este cambio económico mundial que nos complica a todos. Esperemos que en algún momento se estabilice y se pueda normalizar.

-¿Tienen un cupo de importación o pueden traer la cantidad que quieren?
-Ese es un tema importante: los acuerdos comerciales internacionales no pasan por manos del Inym. Son acuerdos entre gobiernos, “yo te vendo tal cosa y vos me dejás que ingrese tal cosa”. Lo único que podemos hacer es el control más exhaustivo con relación a la calidad. Sí le pedimos al Gobierno que trate de frenar eso porque perjudica a una economía regional que es muy importante como la yerba mate.

-Y cuando esa yerba entra de los países vecinos, ¿qué hace nuestro productor?
-Se enloquece. Produce mucho enojo porque sabemos que lo que producimos se consume el 90 por ciento acá, y el 10 por ciento se exporta. Ese 10 por ciento de la exportación está complicado por el cambio de tipo de dólares. Nosotros no tenemos un dólar soja…

-¿Van a pedir un dólar para la yerba?
-Obviamente. Entonces se nos frena la exportación y nos aumenta la importación. Entonces nos comprime el mercado y realmente desespera y produce mucho enojo. Además, por una cuestión anterior nosotros ya veníamos trabajando en la Resolución 170, que es para generar un equilibrio en nuestra producción. Y por ahí algunos sectores, debido al ingreso de otros países, ven con malos ojos esa resolución que es una herramienta muy importante para mantener ese equilibrio y producir lo que vendemos a lo largo del tiempo.

-¿Por qué en la aplicación de esa Resolución se dividió entre aceptar y no aceptar, entre Misiones y Corrientes? Los correntinos se oponían…
-Si bien hay pequeños productores en Corrientes, producen pocas hectáreas, y hay cuatro o cinco empresas que producen el 90 por ciento. Son los que cuando toman la decisión de romper el equilibrio dicen: “plantamos mil hectáreas, plantamos 2 mil hectáreas”. La 170 dice que tanto yo como un empresario grande puede plantar si está inscripto en el Registro del Inym, como máximo, cinco hectáreas.

-Ir creciendo despacito…
-Todos vamos creciendo en la misma escala y se sigue garantizando el abastecimiento, porque se sigue garantizando parámetros normales de producción, pero a escalas normales, que nosotros podamos trabajar en la venta y en la producción. No plantea un desabastecimiento, ni una merma de producción, pero sí que crezcamos de manera ordenada.

-¿Está bien el precio de la yerba?
-Otro tema complicado. Es complicado en el contexto. Como productores consumimos muchos insumos internacionales, existe una inflación y otra generada por las dudas. Sobre todo en los productos que consumimos nosotros. Si ustedes pagan caro el combustible acá en Posadas, nosotros en Comandante Andresito pagamos mucho más caro todavía. Todas esas cosas influyen y producen enojo en el productor, porque dicen: “la yerba debería estar valiendo 120 pesos” el kilo de hoja verde. Y es lo que uno siente de verdad. Porque lo que comprábamos el año pasado con un kilo a 52 pesos, hoy necesitaríamos que valga aproximadamente 120 pesos. Produce un poco de bronca también porque el sector industrial no tiene la intención de decir “está bien, está complicada la cosa”. Nosotros le pedimos 85 pesos y tampoco aceptan. Nos ofrecieron 18 por ciento. Algo irreal para nuestra realidad. Así que terminó en un nuevo laudo, que esperemos se defina pronto.

-Decías que debería rondar los 120 pesos, ¿cuánto le cuesta al productor producir ese kilo de hoja verde?
-Hoy tenemos un margen estimativo del 35 por ciento, hoy 85 pesos, es lo que pedimos al sector productivo. Pero es una foto para hoy.

-En tres meses cambia totalmente la situación…
-Es como que vayas a averiguar un precio a una tienda hoy, y vayas dentro de dos días y te cambió el número. Nosotros no tenemos esa posibilidad de decir “mañana o pasado aumentamos”. Por eso el productor dice: “yo cosecho hoy y tengo que vivir hasta la próxima cosecha” y te plantea que necesitarían 120 pesos. Pero se hace una foto del día de los costos, no podemos hacer futurismo con costos. Pero siempre hay que plantearse el futuro con la situación del productor.

-¿La falta de acuerdo para poner el precio sigue siendo el gran problema que tiene el Inym?
-No diría falta de acuerdo, sino falta de empresarios serios y de voluntad de hacer crecer el sector. Yo planteé en la mesa de precios de la última sesión que seamos todos serios y responsables, y que todos los directores de sector: trabajadores, productores, secaderos, cooperativas industriales, planteemos un número. Ellos nos dicen: “nosotros no podemos aumentar porque la Nación no nos aumenta en góndola”. “Bueno, vamos a pelear juntos, pero traigan sus números”, les planteamos y no los traen. Ellos te dicen: “a nosotros nos aumentaron un 18 por ciento, así que les podemos ofrecer un 18 por ciento”. “Pero traigan los números, hagamos costos y vayamos a pelear juntos”, decimos nosotros. Otra que no es lo mismo 18 por ciento por sobre el valor de un paquete, que me digan 18 por ciento por sobre el último valor del Inym, que ya está desfasado. Yo no puedo decirle a mi trabajador “la industria me ofreció un 18 por ciento, yo te voy a aumentar un 18 por ciento también”. No funciona así.

-Impacta mal en la cadena, hacia abajo.
-Eso proponen, pero nuestros trabajadores tienen un aumento que bandea el 55 por ciento hasta hoy. y nosotros no podemos traducir eso al trabajador, porque ellos tienen su paritaria y es aceptable. El trabajador es el más afectado en esto, pero no les podemos decir, la industria nos aumenta el 18 por ciento, a vos también te voy a aumentar eso. Imaginate un aumento de sueldo para todo el año del 18 por ciento. Es inviable. Y el sector industrial no entiende eso.

-¿Cómo se soluciona esto?
-Por eso siempre venimos trabajando con los muchachos, sobre todo el sector productivo, ahora que tenemos buen acompañamiento con el presidente, con el sector de trabajadores de cooperativa, plantearnos esta forma de buscar el equilibrio. El equilibrio es saludable para todos los sectores. Tanto para la industria, como para el trabajador, para los secaderos, los productores. Equilibrio que se logra con medidas como la 170, controlando la calidad, mermando el palo. Nosotros incautamos muchísimos quilos de palo que antes eran vendidos como yerba. Todas esas medidas hacen que de a poco busquemos el equilibrio. Pero siempre existen los pícaros que quieren ganar solos en el negocio. Y cuando el negocio es bueno solo para uno dura poco. Uno puede hacer mucha plata un tiempo, pero dura poco.

-¿Por qué el laudo nunca va tras el equilibrio? Esta es una opinión mía.
-Porque hay sectores muy mezquinos.

-Porque al ser el campo político el que está determinando el precio…
-¿El laudo nacional decís vos?

-Sí.
-Desde mi punto de vista, al laudo nacional le faltaría un poco venir a la zona y conocer la realidad. Porque la Nación por ahí plantea no aumentar porque impactaría en el consumidor, y es un universo muy grande de consumidores. Si bien la yerba está dentro de la canasta familiar, no genera un impacto tan grande como un quilo de arroz que consumís en una o dos veces. Compras un kilo de yerba y consumís en 20 veces. Además, el valor de un paquete, considerando otras bebidas como la gaseosa, sigue siendo ínfimo. Me parece que faltaría una decisión importante de alguien que conozca el sector y que venga, vea la realidad de las cosas y que tome una decisión importante.

-¿Cuántos kilos de yerba consumimos los argentinos por año?
-El año pasado tuvimos un consumo récord de 880 millones de kilos. Anduvimos ahí con la producción y el consumo, palo a palo.